viernes, 26 de julio de 2024

En Diaz Velez hay una casa

con un local en el frente,

que siempre cambia de rubro.

Pero atiende el mismo señor,

que es tan alto que casi, no se le ven los ojos

 

Desde el fondo de mi casa

se ve el fondo de su casa.

Ahora remodelaron,

pero antes

tenía una pérgola

con un enanito azul

que asomaba

 

Y una enredadera, que subía

y llegaba a otros patios,

que se sucedían uno tras otro

hasta un edificio antiguo

que tenía el frente de cara de payaso,

con ojos en cruz, y una lágrima

 

Un atardecer me encontró,

en el segundo balcón de mi casa

remontando un barrilete,

Que se me escapó y entonces 

me subí a un balcón vecino,

y de ahí, a un techo de chapa,

y luego a otro, y a otro.

Y llegué

donde llegan los gatos



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